30.3.08

París teatral

Tres postales teatrales de París, la ciudad que no se acaba nunca.


La tumba de Beckett con banana y rosa incluida.

La obra de Spregelburd que estrenó en París, con su cara sutilmente incluida en la publicidad.



Molière y yo, en el portal de su casa.

8.3.08

"Shakespeares high concept "

Cada vez estoy más convencido de que la mayor parte de los shakespeares high concept (deconstrucciones innecesarias, ambientaciones dementes, podas excesivas del texto, coloquialidad farfullante) son ya el pasado: efímera carne de festivales, puro maquillaje de la impericia. Lo verdaderamente "moderno" (y lo más difícil) sería inventar ahora una suerte de neoclasicismo: montajes limpios, claros, completos y sin esos "valores añadidos" que sólo alimentan el ego del nuevo genio de turno.
En Shakespeare todo está dentro: basta calentar adecuadamente el carbón, como decía Brook, para que te caliente o te queme las manos y el alma.
Londres sigue marcando la tendencia a seguir. Acabo de ver allí dos espectáculos magistrales, desbordantes de talento y sentido común, de ganas de comunicar:
Much ado about nothing, en el National, y Othello, en la Donmar Warehouse.

Marcos Ordoñez. Babelia.

Bob Wilson (Estados Unidos, 1941)




"André Malraux me dijo una vez que el teatro occidental ha sido esclavo de la literatura. Me costó un tiempo entenderlo, pero por fin lo hice: se cree que las obras son las palabras. Sin embargo, cuando ves el teatro de China, Japón, India, Indonesia, África o Brasil, te das cuenta de que todos tienen un lenguaje visual propio. Cada uno puede expresar de cientos de formas diferentes el llanto, la alegría o simplemente cómo caminar sobre el escenario y todos esos lenguajes son universales, porque la verdad es universal".