19.11.08

Un casi premio o la suerte del segundo

Galindo: ¡Fue un milagro!

Monterrey, NL.- El primer sorprendido fue el dramaturgo Edeberto Galindo, cuando hace cosa de días le notificaron que había sido elegido como el ganador de la edición 2008 del Premio Nacional de Dramaturgia Víctor Hugo Rascón Banda, 11 meses después de haber sido designado como el ganador de la edición 2007 del mismo premio.
“¡Fue un milagro!, nunca pensé que podría ganarlo, menos dos veces y mucha más increíble que fueran dos años seguidos”, opinó el dramaturgo oriundo de Ciudad Juárez, Chihuahua.
Las sospechas se levantaron al máximo cuando se mencionó a Edeberto como el ganador del premio en el presente año con su trabajo Río Ánimas, cuando la edición 2007 también fue designado como ganador con su obra La furia de los mansos.
Por si no fuera poco, en el 2005 recibió el Premio Nacional de Dramaturgia UANL con su obra El Diputado, siendo que la UANL también funge como uno de los convocantes del premio Rascón Banda.
La historia es muy curiosa y esta llena de coincidencias, y tal parece que la historia del dramaturgo juarense esta cargada de ellas pues a decir de su propia voz, ni siquiera pensaba enviar la obra Río Ánimas a concursar sólo que su hija y su esposa le ganaron la jugada.
Harán cambios en la convocatoria.

Por su parte, el crítico de teatro y jurado del Premio Fernando de Ita explicó que “todos nos vimos sorprendidos cuando abrimos el sobre”, al referir que los tres jurados (Ana Laura Santamaría y Javier Serna) se sorprendieron al saber que su obra seleccionada por unanimidad era de Edeberto Galindo. Los caprichos y coincidencias –quizás enviadas por el propio maestro Rascón Banda desde su mejor morada– se dieron en la selección final de la obra pues, según nos explicó Fernando de Ita, la obra que quedó en segundo lugar fue escrita por un sobrino de él.
“Resultó que la otra obra finalista era de Enrique Olmos de Ita, que es mi sobrino, entonces yo conocía esa obra entonces les dije a los jurados que me tenía que deslindar por el parentesco. Total, ni la obra de Edeberto ganó por esa circunstancia ni la de Enrique perdió por lo mismo”, comentó el crítico.

En su discurso, Fernando de Ita señaló por qué ganó la obra de Edeberto Galindo: “Por su contenido social y por su calidad dramática”.
Sentido homenaje a la memoria de Rascón.


Gustavo Mendoza Lemus/Milenio

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