2.1.09

Teatro iberoamericano en el 2008. Breve y arbitrario recuento

Resumen personalísimo

En este balance del ahora año pasado estuvo dominado, en términos estrictos de noticias culturales, por la muerte de Harold Pinter. No hubo noticia más importante y que más tinta haya desgastado en las redacciones periodísticas que la muerte del Nobel dramaturgo, y con razón.
En América Latina la desaparición de la actriz colombiano-argentina Fanny Mikey causó desánimo y nostalgia, igualmente el deceso de Víctor Hugo Rascón Banda y Emilio Carballido en México. Una edición más (y exitosa) del Festival Iberoamericano de Teatro da motivos para creer que nuestra lengua sigue avanzando en términos escénicos. La instalación “Monumenta” de Richard Serra en el Grand Palais de París será muy recordada por polémica, también los performances e instalaciones de la FIAC 2008; dos autoras dramáticas francesas dominan la escena contemporánea internacional: Catherine Marnas y Yasmina Reza, ganando terreno al fecundo teatro británico. Además, la mexicana “De monstruos y prodigios” de Valdés Kuri fue destacada como la mejor obra latinoamericana en los últimos 20 años según NYT.
En España el argentino Daulte levantó aplausos con su comedia “Nunca estuviste tan adorable” y con “¿Estas ahí?”, también la obra “La omisión de la señora Coleman” de Claudio Tolcachir dio de qué hablar, pero sobre todo la obra “Un dios salvaje” de Yasmina Reza que causó expectación principalmente por las actrices súper conocidas que tenía en el elenco español. En México fue un éxito indiscutible “El evangelio según Clark” de Richard Viqueira. La crítica por lo menos estuvo de acuerdo, cosa rara. Sucedió también un encuentro de periodismo cultural en Guanajuato a propósito del Festival Internacional Cervantino que reunió a varios especialistas de todo Iberoamérica, y el extraño fichaje de Albert Boadella como director del Teatro del Canal en Madrid levantó polémica, igualmente en México la revitalización de la Compañía Nacional de Teatro de la mano del inmortal Luis de Tavira. En Argentina la remodelación del Teatro Colón es una historia absurda de engaños y disparates, per sin duda la continuidad de Teatro por la Identidad (este año en el Cervantes) y el estreno de un nuevo espectáculo del titiritero Horacio Peralta son de lo más destacable en un país que produce cada año puestas en escena monumentales, con los nombres de sus autores y directores siempre en la palestra internacional, este año destacaron Emilio García Wehbi, Daniel Veronese, Eduardo Pavlovsky y Rubén Szuchmacher. Hay que destacar el montaje Gatomaquia, del uruguayo Héctor Manuel Vidal a partir de Lope de Vega en Montevideo.
Obras extranjeras o por lo menos no en lengua castellana destacadas fueron “Incendies” del canadiense libanés Wadji Mouawad, “Lipsynch”, un montaje de Robert Lepage que anduvo en Madrid y cautivó al público a pesar de sus ocho horas de duración; también "Hora X: Infierno de Dante", creación desafiente y grotesca de Matteo Belli. “Lobos y corderos”, de Alexandre Ostrovski, con dirección de Piotr Fomenko; o “La seconde surprise de l´amour”, de Marivaux, dirigido por Luc Bondy. Además del la compañía de Sasha Waltz, cuyo espectáculo "Cuerpos" ("Korper") está dando la vuelta al mundo. No se puede dejar de mencionar “Alegría” del Cirque du Solei.
Hay que reconocer el aporte de la iniciativa Iberescena y el merecido homenaje a Griselda Gambaro en la Argentina. Indudablemente los festivales marcaron la pauta de la escena mundial, es inevitable hablar más que de países o zonas geográficas muy específicas donde se hace teatro, de ciudades-teatrales, donde Buenos Aires y Barcelona acaparan los mejores espectáculos en Iberoamérica y especialmente las urbes con mayor experimentación escénica, cosmopolita e integral, aunque el movimiento teatral en ciudades como Santiago, Ciudad de México, Madrid y Bogotá está en aumento, a pesar de la poca difusión que reciben los espectáculos teatrales en nuestros medios de comunicación; cada vez se publican más libros, se montan más obras, se lleva más gente a las salas, pero la indiferencia es omnímoda, apenas una reseña en los suplementos culturales, una mención a la muerte de un actor o dramaturgo viejo: un arte de catacumbas.
Personalmente fue un año súbito en el que me dediqué casi exclusivamente a leer, escribir y ver futbol, no precisamente en ese orden. También entré de lleno al conocimiento neurocientífico y otras áreas de la ciencia que desconocía. Fui y vine a México dos veces, gané dos premios, un libro nuevo, tres direcciones postales en 12 meses, muchas maletas, interminables horas de autobús, avión, coche. Conocí París y Puerto Vallarta, y desperté felizmente al año nuevo con la misma y hermosa mujer y con el mismo gato, esta vez sembrados en un pequeño pueblo de la costa cántabra.

¿Qué nos deparará este año que comienza? Mucha luz, espero, y excelente teatro por ver y hacer.

Otros resúmenes teatrales, aquí y aquí y aquí (México).

No hay comentarios.: