Era uno de esos niños aficionados a las revistas de futbol. Eso me duró hasta la pubertad, cuando era un verdadero coleccionista de todo tipo de publicaciones futboleras y sabía de memoria datos inútiles sobre el futbol mexicano, como por ejemplo que Nicolás Navarro (arquero del Necaxa y tercero en la copa del mundo del '94) había nacido también un 17 de septiembre, o que Ricardo Peláez (delantero surgido en América que pasó por Necaxa y Guadalajara) y Raúl Martínez Sámbula (zaguero hondureño de Correcaminos) nacieron un 14 de marzo de 1963.
Ahora sólo compro de vez en cuando, uno que otro suplemento deportivo. No olvidaré Balón, Tarjeta roja, Mundo deportivo, Gol!, Los comentaristas, Deporte ilustrado y otras que ahora no recuerdo con precisión, aunque veo apenas sus portadas, el papel viejo, algunos encabezados, el diseño paupérrimo y los poster's de cada edición, que en una cara tenían a un jugador estrella de futbol y en la otra una mujer semidesnuda, a veces ataviada con los colores del club en turno.
También compraba los suplementos de Ovaciones -todos los domingos después de ir a misa- y a veces alguien que vivía en la capital me llevaba la edición deportiva de Reforma o El Universal. También compraba La Afición y unas revistas multideportivas de cuyo nombre no puedo acordarme. Nunca compré el diario Esto porque me recordaba a los viejos que habitaban las peluquerías donde mi padre me llevaba, y porque no tenía fotos a color, además se pegaba a las manos el papel, y los dedos quedaban púrpuras.
En fin, llegué a tener una hemeroteca futbolera respetable de la que sólo quedan unas cuantas cajas humedeciéndose en la llanura.
En esas revistas, casi invariablemente, pero sobre todo en la mítica Tarjeta Roja que según recuerdo hacía don Ignacio Basaguren, había una sección dedicada a conocer "el lado humano" o "familiar" de los futbolistas, y les hacían reportajes en sus casas o en algún parque con sus hijos o esposas, con preguntas sobre sus gustos, amigos, películas y libros favoritos. También había una sección -ésta siempre la escribía una mujer- donde hablaba de la moda deportiva y de los solteros más codiciados por aquellos tiempos, siempre destacaban Zague y Roberto Andrade porque eran los únicos que con dinero y fama no habían zucumbido a la tentanción de procrear con una hermosa rubia adolescente.
Todas esas imágenes corresponden a los noventas. Esa década que se debate entre la posmodernidad y la bizarrés, entre la tecnología y la desigualdad y que tuvo tres mundiales que fueron subiendo de intensidad hasta el mítico '98 de Zidane.
Pocas alegrías recuerdo con tanta nostalgia como la de abrir ese pequeño mundo que era una revista nueva de futbol, la semanal, la cuatrimestral, la mensual y las ediciones especiales, que eran las mejores, aunque se repetían todo el tempo y cada cual decía lo mismo que la otra pero con fotografías distintas.
En fin, la gente de En una baldosa (
http://www.enunabaldosa.com/), sin duda la mejor página web sobre futbol histórico, tiene una sección donde hace un breve recuento acerca de algunos jugadores y sus modas, con modelos que provocan sonrisas de pudor y carcajadas de burla, lo curioso es pensar, después de ver a más de uno (especialmente a Diego Fernando Latorre y Maradona): ¿este tipo fue mi ídolo?