Polémica y fatalista, elevada a mito del teatro español contemporáneo, Angélica Liddell está de vuelta con un nuevo espectáculo que promete más sangre y dolor, autoflagelación y reflexión sobre la soledad. Quizá se trate de la dramaturga más influyente y reconocida de la escena actual en lengua castellana. Vale la pena leer este par de entrevistas.
“Tengo una inclinación natural a hablar de la parte podrida de las cosas"
2 comentarios:
Parece más válida en entrevista y papel que en escena. ¿Habrá photoshop léxico? ¡Ah, sí! Nos llamamos correctores de estilo. ¿Por qué no contrata uno para sus obras?
Bueno, hay que ver su último montaje; es verdad que en "Yo no soy bonita" defraudó un poco...
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