Italia es un paradigma de lo que está por suceder con la cultura, las artes y el patrimonio histórico como parte del juego capitalista, del dinero a costa del prestigio y del estado de bienestar sujeto a las leyes del mercado.
La cultura es un derecho. En Italia, además es el motor de cierta economía turística que mantiene los ingresos del país a salvo, a pesar de la reputación de sus gobernantes.
Ahora resulta que Italia, como estado, no puede mantener la estructura cultural que los circunda y ennoblece. No quiere o no puede, el caso es que está entrando con alegría singular y sospechosa la iniciativa priviada en la defensa y conservación del patrimonio histórico.
¿Qué falta? ¿Un McColiseo?
Si esto sucede en Italia, uno de los países más ricos del mundo. ¿Qué sucederá en otras latitudes?
Se vende Coliseo...
La cultura es un derecho. En Italia, además es el motor de cierta economía turística que mantiene los ingresos del país a salvo, a pesar de la reputación de sus gobernantes.
Ahora resulta que Italia, como estado, no puede mantener la estructura cultural que los circunda y ennoblece. No quiere o no puede, el caso es que está entrando con alegría singular y sospechosa la iniciativa priviada en la defensa y conservación del patrimonio histórico.
¿Qué falta? ¿Un McColiseo?
Si esto sucede en Italia, uno de los países más ricos del mundo. ¿Qué sucederá en otras latitudes?
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