En mi última columna de la revista Replicante, arrojo unas cuantas dudas sobre la necesidad de tener más o mejor público en las salas de teatro contemporáneo, sobre las expectativas creadas en las salas independientes y su necesidad en el tejido social a partir de la controvertida figura del "programador".
A veces creo que se debate demasiado sobre temas intrínsecos de las artes teatrales, pero poco sobre su fin último: el espectador.
Acá.
A veces creo que se debate demasiado sobre temas intrínsecos de las artes teatrales, pero poco sobre su fin último: el espectador.
Acá.
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