El milagro del teatro, a veces sucede. Unas cuantas, muy pocas ocasiones; pero ocurre. Hay días que deberíamos arrodillarnos frente a ciertos espectáculos, grandes actrices, hermosos parlamentos, escenografías que funcionan y no entorpecen, luces que acompañan y directores que clarifican, que sirven de intérpretes entre la escritura, la escena y el público. Hay días.
No sé si Ateo dios alcance ese prurito casi divino, mística de la teatralidad. Llevo un par de semanas viendo - y escuchando - ensayos. Mi sensación es de extrañeza, no lo niego. De algo que sucederá y no sé, no tengo ni idea de cómo lo confrontará el espectador, ni la crítica, ni nosotros mismos. ¿Qué ocurrirá después del 11 de agosto?Por norma, soy pesimista. Sólo espero que los espectadores ticos y después en la gira y finalmente los propios actores e integrantes del equipo disfruten la estructura fragmentada, las sorpresas visuales y sonoras, el juego textual, la intrusión multimedia: la experiencia definitiva que aúna las horas de ensayo y de charlas, las reuniones nocturnas y la búsqueda de lugares para almorzar y cenar y beber y escuchar al trópico, desierto vegetal de sentidos. Al final, parece que el drama es la gente y la gente, la vida.
Advertidos están, de venir a vivir Ateo dios a partir del 11 de agosto de 2011.
www.ateodios.com
No sé si Ateo dios alcance ese prurito casi divino, mística de la teatralidad. Llevo un par de semanas viendo - y escuchando - ensayos. Mi sensación es de extrañeza, no lo niego. De algo que sucederá y no sé, no tengo ni idea de cómo lo confrontará el espectador, ni la crítica, ni nosotros mismos. ¿Qué ocurrirá después del 11 de agosto?Por norma, soy pesimista. Sólo espero que los espectadores ticos y después en la gira y finalmente los propios actores e integrantes del equipo disfruten la estructura fragmentada, las sorpresas visuales y sonoras, el juego textual, la intrusión multimedia: la experiencia definitiva que aúna las horas de ensayo y de charlas, las reuniones nocturnas y la búsqueda de lugares para almorzar y cenar y beber y escuchar al trópico, desierto vegetal de sentidos. Al final, parece que el drama es la gente y la gente, la vida.
Advertidos están, de venir a vivir Ateo dios a partir del 11 de agosto de 2011.
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