Menandro está considerado tradicionalmente el comediógrafo griego más importante después de Aristófanes y el máximo representante de la llamada Comedia Nueva. De su vida es bien poco lo que puede decirse y hasta hace unos decenios era poco lo que podía decirse de sus obras. Al parecer, nace de Diopites y Hegéstrata en el demo Cefisia (NE de Atenas) probablemente el 342/1 y muere el 292/1 ó 291/0[1][1]. El contenido y tono filosófico de sus obras ha provocado numerosas reflexiones sobre su formación y amistades, de lo que hay pocos datos[2][2]. En todo caso queda clara su amplia y basta cultura, como corresponde a un hombre de buena posición de época helenística y que estuvo cerca de personas que detentaron el poder[3][3]. A lo largo de sus 51 ó 52 años escribió más de cien obras, de las que sólo ocho recibieron premio[4][4], a pesar de lo cual tras su muerte fue considerado un clásico hasta el punto de que en opinión de Aristófanes de Bizancio era el segundo autor sólo superado por Homero. Pero esta valoración positiva no aseguró la transmisión de sus obras: a principios del siglo XX sólo se conservaban sus sentencias[5][5]. Gracias a los hallazgos papirológicos hoy podemos leer, aparte de las recreaciones de la comedia palliata[6][6], una obra completa, Arisco (Dyskolos)[7][7], y seis casi completas, Arbitraje, Detestado, Escudo, Rapada, Samia, Sicionio (Epitrépontes, Misoúmenos, Aspís, Perikeiroméne, Samia, Sicyonios[8][8]), y escenas de 18. A partir de todo este material ya puede valorarse su dramaturgia, incluso su evolución, pues las obras que conservamos pertenecen a épocas distintas, sin que se pueda precisar con exactitud las fechas de representación. Gracias a todo ello podemos también conocer mejor la influencia que ejerció sobre la comedia romana y a través de ella sobre la comedia moderna[9][9].
Hablar de transmisión es hablar fundamentalmente de valoración de una obra o autor, pues de ella dependía también la conservación. Esa valoración puede tener bases distintas, que pueden ser de índole conceptual o formal[10][10]. Así, en el caso de Aristófanes, con independencia del aprecio que en cada momento se le tuviera como comediógrafo, fue decisivo que su lengua fuera considerada el ático puro, por lo que sus comedias se convirtieron en modelo lingüístico del movimiento restaurador del ático clásico y por ello se copiaron para su uso escolar[11][11]. A ello debemos el haber conservado un corpus considerable de su producción, aproximadamente un 25 %. Pero éste no fue el caso de Menandro.
Las comedias de Menandro, aunque no fueron especialmente valoradas en el momento de su representación[12][12], sabemos que tras su muerte fueron muy apreciadas y pronto consideradas clásicas, sabemos que Menandro fue el autor predilecto de la Comedia Nueva desde el siglo III a.n.e. al V, incluso hay testimonios de que era leído y estudiado a mediados del siglo VII, de modo que en muchos aspectos vino a jugar un papel similar al de los poemas homéricos, como prueban testimonios de tipo arqueológico, el número de papiros e inscripciones, etc. No sólo fue apreciado por sus cualidades de comediógrafo: su griego relativamente fácil, el rechazo a la invectiva y en general a las obscenidades habituales en la Comedia Antigua y el carácter moralista de sus planteamientos le hacían especialmente indicado para los primeros niveles de la enseñanza tanto para griegos como para romanos[13][13]. Esta presencia en los grados elementales de la enseñanza le privó de los comentarios que se realizaron de las obras utilizadas en la formación superior, lo que hubiera podido ser motivo de aprecio por parte de los eruditos bizantinos y haber asegurado la copia de sus obras. A ello debemos añadir el que su ático del siglo IV a.n.e. se considerase contaminado por la koiné, razón por la cual no soportó el juicio de los aticistas[14][14]. Lo que de él se conservó fue la crestomatía de sentencias, en la que se creía recoger lo esencial de la sabiduría de Menandro, que de este modo pasaba a ser valorado más como pensador y filósofo que como comediógrafo. Hasta principios del siglo XX se producía la paradoja de que el autor que Aristófanes de Bizancio sólo hacía preceder por Homero, sólo era conocido por sus sentencias, tres pequeños fragmentos de Arbitraje y Aparición (Phásma) e indirectamente por las reelaboraciones de la comedia palliata.
Esta era la situación hasta que en 1905 G. Lefebvre presenta el Papiro Cairensis 43227, un tercio del cual está en buen estado. Contiene este papiro la mitad de Arbitraje, dos quintas partes de Rapada y de Samia, y otros pequeños fragmentos, que fueron editados por su descubridor en 1911. Y en 1959 publica V. Martin Arisco, comedia casi íntegra, procedente de un códice adquirido por M. Bodmer que también contiene, aunque incompletas, Samia y Escudo, publicadas en 1969 por R. Kassel y C.F.L. Austin... A estos hallazgos se han ido sumando otros, aunque de menor importancia, y otras ediciones, algunas con excelentes comentarios, y se ha generado una considerable investigación sobre el texto[15][15]. Incluso tenemos la suerte de que se encontrara un fragmento de una comedia, Doble engaño (Dìs exapatôn), de la que se había servido Plauto para su Bacchides, lo que ha permitido conocer mejor el método creativo de los autores de palliata[16][16].
Hablar de transmisión es hablar fundamentalmente de valoración de una obra o autor, pues de ella dependía también la conservación. Esa valoración puede tener bases distintas, que pueden ser de índole conceptual o formal[10][10]. Así, en el caso de Aristófanes, con independencia del aprecio que en cada momento se le tuviera como comediógrafo, fue decisivo que su lengua fuera considerada el ático puro, por lo que sus comedias se convirtieron en modelo lingüístico del movimiento restaurador del ático clásico y por ello se copiaron para su uso escolar[11][11]. A ello debemos el haber conservado un corpus considerable de su producción, aproximadamente un 25 %. Pero éste no fue el caso de Menandro.
Las comedias de Menandro, aunque no fueron especialmente valoradas en el momento de su representación[12][12], sabemos que tras su muerte fueron muy apreciadas y pronto consideradas clásicas, sabemos que Menandro fue el autor predilecto de la Comedia Nueva desde el siglo III a.n.e. al V, incluso hay testimonios de que era leído y estudiado a mediados del siglo VII, de modo que en muchos aspectos vino a jugar un papel similar al de los poemas homéricos, como prueban testimonios de tipo arqueológico, el número de papiros e inscripciones, etc. No sólo fue apreciado por sus cualidades de comediógrafo: su griego relativamente fácil, el rechazo a la invectiva y en general a las obscenidades habituales en la Comedia Antigua y el carácter moralista de sus planteamientos le hacían especialmente indicado para los primeros niveles de la enseñanza tanto para griegos como para romanos[13][13]. Esta presencia en los grados elementales de la enseñanza le privó de los comentarios que se realizaron de las obras utilizadas en la formación superior, lo que hubiera podido ser motivo de aprecio por parte de los eruditos bizantinos y haber asegurado la copia de sus obras. A ello debemos añadir el que su ático del siglo IV a.n.e. se considerase contaminado por la koiné, razón por la cual no soportó el juicio de los aticistas[14][14]. Lo que de él se conservó fue la crestomatía de sentencias, en la que se creía recoger lo esencial de la sabiduría de Menandro, que de este modo pasaba a ser valorado más como pensador y filósofo que como comediógrafo. Hasta principios del siglo XX se producía la paradoja de que el autor que Aristófanes de Bizancio sólo hacía preceder por Homero, sólo era conocido por sus sentencias, tres pequeños fragmentos de Arbitraje y Aparición (Phásma) e indirectamente por las reelaboraciones de la comedia palliata.
Esta era la situación hasta que en 1905 G. Lefebvre presenta el Papiro Cairensis 43227, un tercio del cual está en buen estado. Contiene este papiro la mitad de Arbitraje, dos quintas partes de Rapada y de Samia, y otros pequeños fragmentos, que fueron editados por su descubridor en 1911. Y en 1959 publica V. Martin Arisco, comedia casi íntegra, procedente de un códice adquirido por M. Bodmer que también contiene, aunque incompletas, Samia y Escudo, publicadas en 1969 por R. Kassel y C.F.L. Austin... A estos hallazgos se han ido sumando otros, aunque de menor importancia, y otras ediciones, algunas con excelentes comentarios, y se ha generado una considerable investigación sobre el texto[15][15]. Incluso tenemos la suerte de que se encontrara un fragmento de una comedia, Doble engaño (Dìs exapatôn), de la que se había servido Plauto para su Bacchides, lo que ha permitido conocer mejor el método creativo de los autores de palliata[16][16].
1] Para los datos biográficos, cf. los testimonia, de procedencia diversa, editados junto con los fragmentos de sus obras. Prueba de la dificultad de precisar más son los trabajos de H. De Marcellus ("IG XIV 1184 and the ephebic service of Menander", ZPE 110, pp. 69-76) y S.F. Schröder ("Die Lebensdaten Menanders", ZPE 113, 1996, pp. 35-48) que concluyen el uno que Menandro murió el 292/1, el otro que el 291/0.
[2] Algunas fuentes le hacen compañero de efebía de Epicuro y alumno de Teofrasto. Sobre la formación de Menandro es mucho lo que se ha escrito, vinculándolo con una u otra escuela filosófica. Cf., por ejemplo, P. Steinmetz, "Menander und Theophrast. Folgerungen aus dem Dyskolos", RhM 103, 1960, pp. 185-191; A. Barigazzi, La formazione spirituale di Menandro, Turín 1965; K. Gaiser, "Menander und der Peripatos", A&A 12, 1966, pp. 8-40; G. Ricciardelli Apicella, "Epicuro e Menandro", RCCM 10, 1968, pp. 3-26.
[3] Es conocida su amistad con Demetrio Falereo, el hombre fuerte de Atenas, amistad que, según se dice, estuvo a punto de costarle la vida cuando Demetrio Falereo cayó en desgracia, de lo que le salvó Demetrio Poliorcetes.
[4] Se le atribuyen entre 109 y 105 obras, pero sólo de 70 conocemos algo del contenido. Se dice que la primera, Cólera (Orgé), representada en 321/0, obtuvo premio, como también Arisco (Dyskolos), 317/6. Era muy comentado su escaso éxito; Marcial dice al respecto (V 10, 9): Rara coronato plausere theatra Menandro.
[5] Se trata de una antología de sentencias atribuidas a él, algunas procedentes de sus obras, a las que con el tiempo se fueron añadiendo otras (cf. Sentenzen. Menander, Trad. por S. Jäkel, Leipzig [Teubner] 1986); las sentencias jugaron un papel importante en la educación elemental de los niños, pues eran utilizadas en la enseñanza de las letras; después los jóvenes debían aprenderlas de memoria; para el papel de Menandro en los diversos niveles de enseñanza cf. H.-I. Marrou, Historia de la educación en la antigüedad, Madrid 1985 (trad. del original francés, Paris 1971), y en particular p. 207 para la enseñanza de las primeras letras.
[6] No nos corresponde entrar aquí en el complejo debate sobre el grado de recreación al que someten a las obras griegas los autores de palliata. Aquí nos interesa poner de manifiesto la necesidad de acceder a la palliata para conocer la Comedia Nueva; cf. A. Pociña, "Menandro en la Comedia Latina", en La Comedia Griega y su influencia en la Literatura Española, J.A. López Férez (Ed.), Madrid 1998, pp. 345-367.
[7] Para la traducción del término duvskolo", que define al protagonista y da la clave de la interpretación de la comedia, hemos optado por el adjetivo "arisco", en la línea del "bourru" de A. Blanchard, cuya elección él justifica en Essai sur la composition des comédies de Ménandre, París 1983, p. 72 n. 37; el adjetivo "díscolo" por el que suele traducirse, casi trasliterarse, comporta unos matices que no tiene el término griego.
[8] Optamos por el título en singular, más extendido, aunque hay debate al respecto.
[9] Trabajos generales sobre Menandro: A. Blanchard, Essai sur la composition des comédies de Ménandre, París 1983; R.L. Hunter, The New Comedy of Greece and Rome, Cambridge U.P. 1985; J. García López "La comedia nueva: Menandro" en la obra colectiva dirigida por J.A. López Férez, Historia de la literatura griega, Madrid 1988, pp. 478-502; sigue siendo de utilidad E.G. Turner (Ed.), Ménandre, (Entretiens sur l'Antiquité Classique) Vandoevres-Ginebra 1970; los diversos estudios de T.B.L. Webster, en especial An Introduction to Menander, Manchester Univ. Press 1974; W.G. Arnott, Menander, Plautus, Terence (monográfico de G&R, nº 9) Oxford 1975; S.M. Goldberg, The Making of Menander's comedy, (Diss.) London-Berkeley-Los Angeles 1980. Entre los estudios con carácter general recientes destacamos el volumen colectivo Menandro fra tradizione e innovazione (Atti del convegno nazionale di studi, Monz 6-7 maggio 1995), C. Consonni (Ed.), Milán 1996; H.-D. Blume, Menander, Darmstadt (Wissenschaftliche Buchgesellschaft. Erträge der Forschung 293) 1998; Fr. Ferrari, Menandro e la Commedia nuova, Torino (Biblioteca della Pléiade 37) 2001.
[10] Cf. el artículo de R. Caballero, "La transmisión de los textos griegos en la Antigüedad tardía y el mundo bizantino: una ojeada histórica", Tempus 23, 1999, reproducido en Liceus, Investigaciones.
[11] Y ello a pesar de lo poco adecuado que se consideraba para mentes juveniles algunas escenas y expresiones, lo que hasta hace algunos decenios era causa de que en las traducciones se pasaran ciertas expresiones al latín, menos accesible para el público en general, o a que se omitiera algún pasaje especialmente escabroso.
[12] Además del tono sentencioso, se ha apuntado la posibilidad de que el rechazo del público a sus comedias se deba a cuestiones extraliterarias, a la amistad de Menandro con Demetrio Falereo.
[13] Como más tarde lo fue Terencio con respecto a le enseñanza del latín: Homero, Menandro, Eurípides y Demóstenes son "los cuatro pilares de la cultura clásica", indica Marrou (op.cit., p. 218 y passim). Los papiros escolares demuestran esta posición de Menandro (cf. G. Zalateo, "Papiri scolastici", Aegyptus 41, 1961, pp. 160-235). Sólo como ejemplo, Elio Teonte (II n.e.) en Sobre la educación de la juventud (en sus Progymnasmata) para el estudio del discurso personalizado aconseja los textos de Menandro, junto a los poemas homéricos y los diálogos de Platón; M. Martín Hernández, en "El estudio de la literatura clásica en el Egipto helenístico", EClás 116, 1999, pp. 37-48, en particular pp. 43 s., indica que Menandro, junto a Homero y Eurípides, es el autor más leído y que también se escribieron antologías y colecciones de monólogos suyos.
[14] A. Blanchard, en "Destins de Ménandre", Ktèma 22, 1997, pp. 213-225, muestra las causas de su desaparición en los siglos IX-XVI e insiste en particular en las lingüísticas.
[15] A parte de las ediciones de comedias individuales, remitimos a las ediciones de F.H. Sandbach, Menandri reliquiae selectae, Oxford (Scriptorum classicorum bibliotheca Oxoniensis) 1990 y de R. Kassel y C.F.L. Austin, Poetae comici Graeci: 6, 2, Menander: testimonia et fragmenta apud scriptores servata, Berlin-New York 1998. Para más detalles, así como para la bibliografía básica sobre Menandro, remitimos a nuestra "Nota bibliográfica", pp. 257-269, de "El eJtai'ro" en Menandro", en la obra colectiva La Comedia Griega ..., ya citada antes, pp. 227-269.
[16] El estudio de esta relación que no es en absoluto nueva (con independencia de que no todos los estudios coincidan en la valoración positiva de los autores latinos), como puede verse en los estudios de E. Paratore, "Il flautista nel DUSKOLOS e nello Pseudolus", RCCM 1, 1959, pp. 312-325; C. Questa, "Il Sicionio di Menandro e la commedia plautina: alcuni confronti", Dioniso 39, 1965, pp. 240-249; las monografías de E.W. Handley, Menander and Plautus: a Study in Comparison, Univ. College London 1968, y de P. Flury, Liebe und Liebessprache bei Menander, Plautus und Terenz, Heidelberg 1968, que abarca a los tres comediógrafos; S. Mariner, "La comedia latina a la luz de los redescubrimientos de Menandro", EClás XV, 1971, pp. 1-25; todos ellos son precedentes importantes del estudio de R.L. Hunter, ya citado, de obligada consulta. Sobre Doble engaño, cf., por ejemplo, J-M Jacques, "Ménandre inédit: la Double fourberie et la Samienne", Bulletin de l'Association Guillaume Budé, 1968, pp. 213-239, que tanto debe al trabajo de Handley.
[2] Algunas fuentes le hacen compañero de efebía de Epicuro y alumno de Teofrasto. Sobre la formación de Menandro es mucho lo que se ha escrito, vinculándolo con una u otra escuela filosófica. Cf., por ejemplo, P. Steinmetz, "Menander und Theophrast. Folgerungen aus dem Dyskolos", RhM 103, 1960, pp. 185-191; A. Barigazzi, La formazione spirituale di Menandro, Turín 1965; K. Gaiser, "Menander und der Peripatos", A&A 12, 1966, pp. 8-40; G. Ricciardelli Apicella, "Epicuro e Menandro", RCCM 10, 1968, pp. 3-26.
[3] Es conocida su amistad con Demetrio Falereo, el hombre fuerte de Atenas, amistad que, según se dice, estuvo a punto de costarle la vida cuando Demetrio Falereo cayó en desgracia, de lo que le salvó Demetrio Poliorcetes.
[4] Se le atribuyen entre 109 y 105 obras, pero sólo de 70 conocemos algo del contenido. Se dice que la primera, Cólera (Orgé), representada en 321/0, obtuvo premio, como también Arisco (Dyskolos), 317/6. Era muy comentado su escaso éxito; Marcial dice al respecto (V 10, 9): Rara coronato plausere theatra Menandro.
[5] Se trata de una antología de sentencias atribuidas a él, algunas procedentes de sus obras, a las que con el tiempo se fueron añadiendo otras (cf. Sentenzen. Menander, Trad. por S. Jäkel, Leipzig [Teubner] 1986); las sentencias jugaron un papel importante en la educación elemental de los niños, pues eran utilizadas en la enseñanza de las letras; después los jóvenes debían aprenderlas de memoria; para el papel de Menandro en los diversos niveles de enseñanza cf. H.-I. Marrou, Historia de la educación en la antigüedad, Madrid 1985 (trad. del original francés, Paris 1971), y en particular p. 207 para la enseñanza de las primeras letras.
[6] No nos corresponde entrar aquí en el complejo debate sobre el grado de recreación al que someten a las obras griegas los autores de palliata. Aquí nos interesa poner de manifiesto la necesidad de acceder a la palliata para conocer la Comedia Nueva; cf. A. Pociña, "Menandro en la Comedia Latina", en La Comedia Griega y su influencia en la Literatura Española, J.A. López Férez (Ed.), Madrid 1998, pp. 345-367.
[7] Para la traducción del término duvskolo", que define al protagonista y da la clave de la interpretación de la comedia, hemos optado por el adjetivo "arisco", en la línea del "bourru" de A. Blanchard, cuya elección él justifica en Essai sur la composition des comédies de Ménandre, París 1983, p. 72 n. 37; el adjetivo "díscolo" por el que suele traducirse, casi trasliterarse, comporta unos matices que no tiene el término griego.
[8] Optamos por el título en singular, más extendido, aunque hay debate al respecto.
[9] Trabajos generales sobre Menandro: A. Blanchard, Essai sur la composition des comédies de Ménandre, París 1983; R.L. Hunter, The New Comedy of Greece and Rome, Cambridge U.P. 1985; J. García López "La comedia nueva: Menandro" en la obra colectiva dirigida por J.A. López Férez, Historia de la literatura griega, Madrid 1988, pp. 478-502; sigue siendo de utilidad E.G. Turner (Ed.), Ménandre, (Entretiens sur l'Antiquité Classique) Vandoevres-Ginebra 1970; los diversos estudios de T.B.L. Webster, en especial An Introduction to Menander, Manchester Univ. Press 1974; W.G. Arnott, Menander, Plautus, Terence (monográfico de G&R, nº 9) Oxford 1975; S.M. Goldberg, The Making of Menander's comedy, (Diss.) London-Berkeley-Los Angeles 1980. Entre los estudios con carácter general recientes destacamos el volumen colectivo Menandro fra tradizione e innovazione (Atti del convegno nazionale di studi, Monz 6-7 maggio 1995), C. Consonni (Ed.), Milán 1996; H.-D. Blume, Menander, Darmstadt (Wissenschaftliche Buchgesellschaft. Erträge der Forschung 293) 1998; Fr. Ferrari, Menandro e la Commedia nuova, Torino (Biblioteca della Pléiade 37) 2001.
[10] Cf. el artículo de R. Caballero, "La transmisión de los textos griegos en la Antigüedad tardía y el mundo bizantino: una ojeada histórica", Tempus 23, 1999, reproducido en Liceus, Investigaciones.
[11] Y ello a pesar de lo poco adecuado que se consideraba para mentes juveniles algunas escenas y expresiones, lo que hasta hace algunos decenios era causa de que en las traducciones se pasaran ciertas expresiones al latín, menos accesible para el público en general, o a que se omitiera algún pasaje especialmente escabroso.
[12] Además del tono sentencioso, se ha apuntado la posibilidad de que el rechazo del público a sus comedias se deba a cuestiones extraliterarias, a la amistad de Menandro con Demetrio Falereo.
[13] Como más tarde lo fue Terencio con respecto a le enseñanza del latín: Homero, Menandro, Eurípides y Demóstenes son "los cuatro pilares de la cultura clásica", indica Marrou (op.cit., p. 218 y passim). Los papiros escolares demuestran esta posición de Menandro (cf. G. Zalateo, "Papiri scolastici", Aegyptus 41, 1961, pp. 160-235). Sólo como ejemplo, Elio Teonte (II n.e.) en Sobre la educación de la juventud (en sus Progymnasmata) para el estudio del discurso personalizado aconseja los textos de Menandro, junto a los poemas homéricos y los diálogos de Platón; M. Martín Hernández, en "El estudio de la literatura clásica en el Egipto helenístico", EClás 116, 1999, pp. 37-48, en particular pp. 43 s., indica que Menandro, junto a Homero y Eurípides, es el autor más leído y que también se escribieron antologías y colecciones de monólogos suyos.
[14] A. Blanchard, en "Destins de Ménandre", Ktèma 22, 1997, pp. 213-225, muestra las causas de su desaparición en los siglos IX-XVI e insiste en particular en las lingüísticas.
[15] A parte de las ediciones de comedias individuales, remitimos a las ediciones de F.H. Sandbach, Menandri reliquiae selectae, Oxford (Scriptorum classicorum bibliotheca Oxoniensis) 1990 y de R. Kassel y C.F.L. Austin, Poetae comici Graeci: 6, 2, Menander: testimonia et fragmenta apud scriptores servata, Berlin-New York 1998. Para más detalles, así como para la bibliografía básica sobre Menandro, remitimos a nuestra "Nota bibliográfica", pp. 257-269, de "El eJtai'ro" en Menandro", en la obra colectiva La Comedia Griega ..., ya citada antes, pp. 227-269.
[16] El estudio de esta relación que no es en absoluto nueva (con independencia de que no todos los estudios coincidan en la valoración positiva de los autores latinos), como puede verse en los estudios de E. Paratore, "Il flautista nel DUSKOLOS e nello Pseudolus", RCCM 1, 1959, pp. 312-325; C. Questa, "Il Sicionio di Menandro e la commedia plautina: alcuni confronti", Dioniso 39, 1965, pp. 240-249; las monografías de E.W. Handley, Menander and Plautus: a Study in Comparison, Univ. College London 1968, y de P. Flury, Liebe und Liebessprache bei Menander, Plautus und Terenz, Heidelberg 1968, que abarca a los tres comediógrafos; S. Mariner, "La comedia latina a la luz de los redescubrimientos de Menandro", EClás XV, 1971, pp. 1-25; todos ellos son precedentes importantes del estudio de R.L. Hunter, ya citado, de obligada consulta. Sobre Doble engaño, cf., por ejemplo, J-M Jacques, "Ménandre inédit: la Double fourberie et la Samienne", Bulletin de l'Association Guillaume Budé, 1968, pp. 213-239, que tanto debe al trabajo de Handley.
11 comentarios:
Te prometo que con la mejor de mis disposiciones abrí tu blog y me dispuse a leer toda la entrada,como señal de mi aprecio hacia vos, pero he de comunicarte que me resultó completamente imposible. De hecho,por lo que la ausencia de comentarios anteriores denota, si es que alguien a parte de mí misma se atrevió a visitar este espacio, debió de ocurrirle lo mismo. En fin...qué se le va a hacer, de todo hay en este mundo: escritores, escritoras ficticias y lesbianas y dramaturgos mexicanos que alternan el insultar a su público con el aburrirlo mortalmente. Eso sí, con todos mis respetos, Olmos.
Gracias por activar esta rémora del internet. Espero que este blog sea tan malo -aburrido, mal escrito, inútil y ocioso- como el suyo.
Como maestra en el aburrimiento, la escritura pésima, la inutilidad y la ociosidad te auguro un buen futuro. Pero aún tienes que trabajar mucho, el tuyo no pasa de mediocre...
Bueno, Olmos a mí me gusta que tu blog sea tan aburrido, porque eso significa que sólo nosotras somos capaces de sacar tu parte festiva. Te seguiré invitando a tragos, te lo has ganado nombrando a Zambia ... ; )
Eres la mejor, Laura.
enrique, te escribo desde apan, porfavor hablame ya me comunique con tus padres, y de verdad que ellos si estan contentos por nuestro hijo no se porque tomas esa actitud de salir del pais, ya tiene 3 meses y te extraña tanto como yo, no tardes , un beso te ama betty
venga alegria!!!
poder apan!!!por cierto ya habla con betty no seas ojete
Puto Olmos. Un día harás una comida con todos tus hijos ilegítimos y acabarán con las provisiones de comida de todo México en un sólo día.
Olmos: Eres el wey mas pinche hablador y chismoso del mundo, y sumale ke eres un Mayate pedorrero. Púdrete. Cedo maligno.
Estais judgando duramente los que habeis comentado aqui antes. Cada loco con su tema , y si a esta persona le gustan ciertas cosas que a los demas le parece aburrido , bien por el... no sera un parasito mas de esta sociedad , cpn mente plana y gustos similares .
Ole por tu blog!
saludos desde España
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