Es fácil perder perspectiva.
Hacer teatro, o pintar o escribir por una necesidad que no es vital, por el oficio puro y duro. Claudio Valdés Kuri ha consolidado una compañía de teatro internacional que le permite lo contrario y aunque sé que pocas personas en el mundo se pueden jactar de vivir en y de las tablas, y que muy pocos lo lograrán, vale la pena escuchar lo que dice uno de los más jóvenes y talentosos directores de escena contemporáneos que hay en Occidente. Hay un par de respuestas que valen la pena.
Critica que el teatro esté dominado por artistas que sólo buscan el éxito y reafirmar su ego
Jorge RicardoAgencia ReformaMÉXICO, DF,
El teatro es uno de los últimos espacios místicos que quedan en el mundo, considera el director de escena Claudio Valdés Kuri.
"Permite lugares de magia: 'vamos a jugar a la ficción, yo juego a creérmela y tú a que me la cuentas'".
Director y fundador en 1997 de la compañía Teatro de Ciertos Habitantes, considera que el arte escénico está dominado por grupos y directores que sólo buscan sostener una forma de vivir y reafirmar sus egos.
"Muy pocas veces se piensa en abrir un espacio donde los artistas puedan olvidarse un poco de sí mismos. Los temas que se eligen son pensando en el éxito, en lugar de aportar algo al conjunto, algo que sucede en todo el mundo. Se busca dirigir lo que creemos que va a llamar la atención, lo que nos va a reafirmar, lo que la gente va a admirar".
El año pasado, Teatro de Ciertos Habitantes llevó al Lincoln Center de Nueva York la obra De monstruos y prodigios y se convirtió en el primer grupo mexicano en presentarse en dicho recinto. La puesta en escena fue reseñada como una de las mejores propuestas latinoamericanas de los últimos 20 años y el 3 de mayo fue reconocido como Mejor Director Visitante por la Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York.
Como parte de su "gira del décimo aniversario", la agrupación se ha presentado este año en Colombia, El Salvador, Costa Rica y Guatemala. En los próximos meses visitará Honduras, Holanda y algunos países de Oceanía para cerrar en la Ciudad de México en el verano de 2009.
"Toda compañía de teatro es efímera, puede tener 10 o 15 años y desaparece, lo importante es abrir brecha. Nuestra función ha sido romper los estereotipos, decir que México es mucho más que bailes folclóricos, mariachis y migración", asegura Valdés Kuri.
En 2007, el grupo compuesto por 15 personas de Japón, Irán, Francia, Italia, Argentina e Inglaterra inauguró en Manhattan el High Line Festival con un montaje que reunía cine, teatro y performance. El rockero David Bowie fue el curador del festival y quien seleccionó el montaje El automóvil gris.
"Los actores ocupan maquillaje monocromático para igualar las imágenes en blanco y negro de la pantalla. Permanecen a los lados de la misma e interpretan la acción. (...) El lenguaje hablado oscila entre el español y el inglés, pasando por el japonés y por simples sonidos inventados", dijo el cantante sobre la obra.
-En apenas diez años, Teatro de Ciertos Habitantes ha sido reconocida internacionalmente...
Es poco tiempo si pensamos más en la historia del teatro latinoamericano que en la del mexicano. Ante la falta de apoyos, los grupos de teatro han creado grandes compañías emblemáticas para sobrevivir que hoy tienen 20 o 30 años. Además, hemos montado pocas obras, cinco en 10 años; ensayamos por periodos de hasta un año, estrenamos la obra en México e iniciamos una gira nacional e internacional.
-¿Por qué tanto tiempo de ensayo?
Los montajes no son tradicionales, y eso implica tiempo, porque hay que experimentar con la forma, con los actores... Yo no tengo un guión de dirección, improviso con los actores, considerándolos también creadores.
-El trabajo de Teatro de Ciertos Habitantes es muy cercano a las artes plásticas, pues busca la ruptura, señala Valdés Kuri.
"Lo que me gusta de las artes plásticas es esta idea del cambio que no tienen las artes escénicas: las compañías se reafirman en un estilo que la gente reconoce y que reafirma su existencia. A mí no me interesa eso, creo que el arte, el verdadero, necesita rompimiento. Es necesario romper no sólo con la academia sino con nosotros mismos, hay quienes se convierten en artesanos de su propio arte porque se vende muy bien".
-Ha dicho que en México el teatro contemporáneo no tiene una gran presencia en la cultura debido a que mucha de la población es indígena y mestiza, ¿podría explicarlo?
Para mí el teatro sigue siendo un rito, por más que tenga un revestimiento de civilización, lo ha sido a través de los siglos. Considero que la cultura mexicana tiene resuelta esa necesidad: hay muchas religiones, muchos ritos. Históricamente, el teatro no es importante para esta nación, lo que sí sucede en sociedades europeas, donde el rito ha sido totalmente desplazado y el teatro es un pretexto de reunión de manera ritual. En México, la necesidad de ficción se cumple en la calle.
ASÍ LO DIJO "El teatro es un magnífico espacio para adquirir conciencia. Puede dar un estupendo servicio a la sociedad para romper paradigmas, aunque casi nunca es utilizado para esos fines, igual que la televisión".Claudio Valdés Kuri, director de teatro.
CONÓZCALONombre: Claudio Valdés Kuri. Lugar y fecha de nacimiento: Ciudad de México, 27 de mayo de 1965.Estudios: Egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica. Inició su formación como actor a los 11 años con Susana Wein. De 1996 a 1999 perteneció al grupo austriaco Carpa Theater. Fundador e integrante durante 15 años del cuarteto vocal de música antigua Ars Nova. Fundó la compañía Teatro de Ciertos Habitantes en 1997.Obras: Becket o el honor de Dios (1998), De monstruos y prodigios (2000), El automóvil gris (2002), ¿Dónde estaré esta noche? (2004), La piel (2006).