Fui a la oficina de correos por la mañana. Había más personas que de costumbre, especialmente a esa hora. Noté que la mayoría de los asistentes eran adolescentes nerviosos que no sabían rellenar la ficha de registro, pedían bolígrafos con desparpajo, consultaban la tabla de turnos constantemente.
Chicas y chicos que ostentaban un sobre curiosamente parecido, el de la matrícula universitaria.
En ese correr lento de los minutos, cuando el sudor de las manos se mete en el papel del sobre de tanto estrujarlo, esperando con ansia entregar a la dependienta mi mensajería, comencé a cavilar acerca de la edad de los muchachos ahí reunidos.
La mayoría habría nacido a los sumo al comienzo de la década pasada. Por lo tanto, no vieron por ejemplo el gol de Biyik en la apertura del mundial de Italia ‘90, creo que mi vida pensante, con recuerdos incluidos y emociones que puedo precisar comienza con ese remate de cabeza. Pero no es lo único; se me viene a la mente la salida de la cárcel de Mandela, el anterior Bush y la misma guerra en Irak, la continúa independencia de los países antes pertenecientes a la U.R.S.S., le renuncia de Gorvachov, el VIH del Magic Johnson, el Barça que jugaba una de sus mejores versiones contra el Real Madrid de Hugo Sánchez que tanto gustaba a mi abuela.
Esta gente es tan reciente que ni siquiera recuerdan los Juegos Olímpicos del 92, el 500 aniversario de la intervención europea en América, la muerte de Asimov, la llegada al poder de Bill Clinton, la muerte de Checoslovaquia, el nacimiento de República Checa y Eslovaquia, los mapas que había que actualizar casi cada mes, las eliminatorias para el mundial de Estados Unidos 94, el nacimiento del NAFTA, la aparición del Subcomandante Marcos.
En fin, ha pasado el tiempo e inevitablemente me veo en ellos, o eso quiero pensar. En sus caras nerviosas, con toda la expectación por cambiar de carrera, de ciudad, de amigos, por convertirse en adultos, adquirir responsabilidades y la constante utopía universitaria: el paraíso de la educación que uno eligió.
El tiempo no pasa en vano, me digo en el colmo de los clichés. Me aterro más al pensar que estos niños, que en unos meses estarán entrando a las aulas universitarias con normalidad tenían 10 años o menos en el año 2000.
Casi siento envidia; o sin el casi. Por un momento me habría gustado certificar el envío de un sobre para cualquier universidad y salir de ahí sin la constancia: un curso menos, otro año que se va.
23.6.08
La lengua amenazada
Mi lengua es el castellano.
Y la defiendo, porque de ella vivo, me da de comer y con esta lengua me muevo en el mundo. Pero no creo que sea una lengua amenazada, tal y como 18 intelectuales españoles dicen en un manifiesto con olor a partido político (UPyD) que sucede.
Lamento la postura política de Fernando Savater, José Antonio Marina, Vargas Llosa, Albert Boadella o Félix de Azúa, gente absolutamente repetable en su medio: el pensamiento. Pero del pensamiento y la creación artística al activismo político hay un paso, casi siempre equivocado y en este país casi siempre a la derecha, es curioso ver cómo los intelectuales y artistas cada vez se acercan más al reducto conservador o se dejan en manos de un partido de centro que va de izquierdoso moderno.
Me recuerdan al Borges que firmaba sendos manifiestos políticos a favor de la represión, y del otro lado al Neruda amante con fevor de hincha de un comunismo utópico. Sólo que sin la gracia intelectual, ni la obra universal que los respalde, los exima.
Si bien es cierto que se exagera la catalanización, euskerización y gallegización de ciertos territorios, es porque detrás hay un problema político más viejo: el de la autodeterminación. Estoy a favor de que la gente en todas las comunidades y pueblos de Hispanoamérica conozca las lenguas originales de su tierra, las use y las divulgue.
Me da envidia el bilingüísmo de Euskadi o Catalunya comparado con la posible desaparición del ñhañhu en el Valle del Mezquital o del maya en la Península de Yucatán. Algo deberíamos aprender.
Actualización: La excelente columna de Manuel Rivas al respecto. A leer.
20.6.08
Crítica a No tocar
La maestra Luz Emilia Aguilar Zínser ha escrito sobre nuestra obra No tocar.
Es una de las personas más respetables del medio teatral y más sensibles a la compleja problemática de vivir profesionalmente de la escena en México. Su crítica es honesta y siempre va acompañada de argumentos. Los prejuicios, que tenemos todos, se le notan poco o casi nada pues tiene una ventaja: la elegancia.
Aquí la nota.
16.6.08
Of which nombre no quiero remembrearme
El escritor y lexicólogo mexicoamericano de origen judío Ilan Stavans estuvo en España. Su paso ha sido reseñado por el diario El País. Vale la pena estudiar y leer a este traductor de El Quijote al spanglish, pues más que una lengua es un florecimiento oral, con matices idiomáticos propios.
Es curioso que el teatro no sea siquiera un instrumeto de difusión y exploración cultural entre los más de 40 millones de hablantes de castellano en los Estados Unidos. Hay pocas compañías y grupos que desarrollen montajes en spanglish, además de muy poca traducción/actualización de textos clásicos.
15.6.08
Elena Garro en el olvido
Esposa de Octavio Paz. Dramaturga y narradora olvidada. Acusada de ser espía del gobierno oficialista de México. Autoexiliada. Una de las escritoras, sobre todo dramaturgas más importantes en lengua castellana en el siglo XX.
Una entrevista de Alicia Quiñones con su principal investigadora.
Patricia Rosas Lopátegui es quien por más de 30 años ha estudiado la vida y la obra de Elena Garro, quien —además— ha propuesto otra forma de mirar y leer su obra, quitando las capas políticas por las que su propuesta literaria ha sido opacada.Yo quiero que haya mundo… es un trabajo que reúne ensayos, artículos, crónicas, estudios, etc., de quienes han trabajado sobra la obra de la escritora, un acervo sobre la propuesta dramática de Garro, y que complementa El asesinato de Elena Garro, también de Rosas Lopátegui, en el que reunió su obra periodística.“Me puse a armar el libro entre julio y septiembre de 2007. Mientras recopilaba el material, también escribía una crónica del teatro de Elena Garro; tenía bien delineado que el libro llevaría una semblanza de ella más una crónica de su teatro, puesto que el enfoque era homenajear a Elena en el aniversario de su dramaturgia, que se da a conocer como tal el 19 de julio de 1957.“La crónica revisa toda la relación de Elena con el teatro, desde su infancia hasta la publicación de su obra póstuma: Sócrates y los gatos. Tres crónicas se habían escrito, recuerdo, de ella en el 57: la de Juan García Ponce, publicada en la revista de la Universidad; la de Margarita Michelena y otra anónima en la revista Siempre! Decidí incluir íntegros dichos textos porque me parecían maravillosos, y revisé la relación de Elena con el teatro desde su infancia, porque en muchas entrevistas dijo que su amor hacia el teatro nació desde temprana edad. Además, el libro cuenta con dos cartas inéditas de Elena a Hugo Galarza y a Eugenio Cobo”.
Cuál es el lugar del teatro ante los géneros que Garro exploró.
Su teatro es tan importante como su narrativa. No quise cerrarme a trabajos críticos que abordaran su dramaturgia, sino abrirlo a todos los géneros que ella abordó y así tener un universo más completo sobre su obra. En cuanto a la poesía, está por salir el libro, su poemario. La poesía que se conoce hasta este momento es la que yo recopilé en Testimonios sobre Elena Garro.
¿Qué papel ocupa Elena Garro en la literatura mexicana?
Ella, para mí, es la escritora más importante del siglo XX mexicano. No quiere decir que no haya otras escritoras y escritores de gran relevancia, porque debo aclarar que para mí Elena es el escritor, así, en masculino, ante el sexismo que priva en nuestra lengua. Elena es quien revoluciona y trae realmente una innovación a nuestras letras.En la dramaturgia es quien rompe con el teatro costumbrista, con el teatro naturalista que se venía dando en México. Ella trae innovadoras construcciones y rompe, digamos, con los espacios tradicionales, con el teatro aristotélico.
Cómo llegas a esa conclusión.
Además de sus innovaciones en el teatro, Elena trae el realismo mágico a la literatura. No sólo usa la construcción y las técnicas narrativas dentro de la composición escénica, la que trae nuevas estructuras, Garro es también una escritora que va a tener una visión crítica y desmitificadora de México. Elena se convertía en una renovadora de las palabras: el artífice que recreaba las imágenes anticuadas.La apuesta de Garro era no desechar las frases gastadas sino abordarlas como el juego infinito de un caleidoscopio para inyectarles nueva significación; es decir, hay toda una renovación en el lenguaje. En su poesía, el lenguaje es original: nadie escribe como ella. En el caso del realismo mágico, hay algo muy importante que quiero anotar: en el campo de la narrativa Garro también rompe con los parámetros de la literatura realista e introduce el llamado realismo mágico. No es García Márquez con Cien años de soledad (1967) como se repite en el canon de las letras. Esta novela es posterior a Los recuerdos del porvenir (1963), cuya historia fue escrita en los cincuenta.Sin embargo, ella siempre rechazó esta clasificación del mundo académico, el llamado realismo mágico, porque para Elena la realidad mágica en Los recuerdos… no es sino la representación de lo que vio, escuchó y experimentó desde niña: la representación del pensamiento mágico y milenario de la cosmovisión indígena.El estilo de Garro, matizado como la más excelsa expresión poética, es uno de los sellos distintivos en su producción, tanto literaria como dramática. Su lenguaje simbólico es el vehículo por medio del cual propone una dimensión más humana y justa, donde tengan cabida la ilusión, la generosidad, el amor, la libertad. Elena crea otros mundos, otras realidades; ella siempre dijo que la realidad cotidiana no es la única realidad que existe, existen otras realidades, que es lo que ella plantea a través de su lenguaje o a través de la ruptura de este mundo costumbrista, naturalista, tradicional, que es, en gran medida, lo que la hace original en la literatura.
Elena fue un personaje “incómodo” para el gobierno y las élites culturales, y estuvo a la sombra de Paz.
Claro, totalmente a la sombra. Pero Garro se movió, obviamente, dentro de este círculo de intelectuales aunque Octavio Paz no la dejaba escribir, es decir, no le permitía desarrollar su talento como escritora. Cuando ellos regresan de Europa a México, en 1953, Elena trae una gran inquietud por hacer algo en el teatro, pero no había cabida para ella como escritora, ni actriz, ni como escenógrafa… porque Paz simplemente no se lo permitía. Cuando Elena conoce a los amigos de Paz —los que conformaron Poesía en Voz Alta— ellos ya sabían de su talento, ¡cómo no se iban a dar cuenta!, y muchos le decían que tenía que escribir, que por qué no escribía, que tenía un talento que lo expresaba por los poros de su piel.Creo que todo este grupo presionaba a Octavio para que él le diera cabida a Elena. Finalmente Paz, ante tal presión, accede a que en el cuarto programa de Poesía en Voz Alta se publiquen algunas obras.
Felipe Ángeles fue una de las obras más controvertidas de Garro, e incluso intelectuales de los cincuenta, como Fuentes, la rechazaron.
Garro —como declaró su hija Helena Paz— se quería dar a conocer con Felipe Ángeles, no con las tres farsas de Poesía en Voz Alta. Felipe Ángeles causaba mucha controversia en ese momento, donde no había ni la más mínima libertad de expresión. Por esa obra se ganó la enemistad con este grupo de intelectuales. Era la escritora antioficial. Para que una obra, desde mi punto de vista, trascienda todos los tiempos y se convierta en un clásico, tiene que ser una obra crítica y desmitificadora, y Elena se dedicó a criticar, a ser la voz contestataria, a no unirse al erario para recibir prebendas de la cultura oficial.
Elena, informante del gobierno de Díaz Ordaz…
Claro, por eso incluí el texto “Elena Garro y la farsa del IFAI”, porque volvemos otra vez a la figura de Elena que sigue bajo esa “leyenda negra” que no solamente el gobierno se encarga de seguir reproduciendo, también los intelectuales, los que forman parte de esa cultura oficial, para desprestigiarla, cuando, en realidad, si tú revisas esos archivos que ha desclasificado el IFAI, te das cuenta de que Elena era la espiada, no al revés, ésa es una absoluta mentira.
¿Cómo pudo haber sido ella espía del gobierno cuando se dedicó desde los años cuarenta a criticar el autoritarismo del PRI y la falta de libertad de expresión y de justicia social?
Garro es un Emiliano Zapata en los años cincuenta. Se dedica a defender a los campesinos y a atacar a los intelectuales, esos que ella llamaba “izquierdistas de café” porque se sentaban en un café a defender a los indígenas contra los atropellos que sufrían, entre otras cosas, pero ella lo declaraba en la prensa, que en esa época no tenía libertad de expresión.
¿Cómo liberar a Elena, la escritora, del personaje político?
Leyendo su obra. El problema es que en México la gente no la lee. La mayoría del público se dedica a repetir lo que dicen ahora los “hijos” de Paz; siguen desprestigiándola.
¿Cómo entender el activismo político y social de Garro?
Hay que leer sus artículos, lo que escribió en los cincuenta y sesenta. Ir a la fuente original: qué escribió ella, qué dijo, a quién criticó o cuestionaba, cuál era su papel en aquel momento junto a Carlos Madrazo. Ellos fueron los chivos expiatorios de la masacre del 2 de octubre; el gobierno se lavó las manos acusándolos de ser los que estaban organizando un complot para derrocar a Gustavo Díaz Ordaz, cuando en realidad eso fue una absoluta mentira. Elena lo que quería era justicia social para el campo mexicano y democracia en México.Hoy en día Elena Garro sigue tras la sombra de Octavio Paz…Yo, a pesar de que tengo, imagínate, desde el 76 trabajando a Elena Garro, más de 30 años, creo que apenas se comienza a reconstruir su figura y todo lo que gira alrededor de ella. Viene en agosto el décimo aniversario de su muerte; hay que ver cómo reaccionan los intelectuales…
***Yo quiero que haya mundo… Elena Garro 50 años de dramaturga (Porrúa) se presentará el próximo 22 de junio en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes a las 12:00 horas, donde también habrá una escenificación de La señora en su balcón, dirigida por Alejandro Aguirre; y, como parte de la presentación del libro, se montará en el foro del Taller de Teatro de la Biblioteca México “José Vasconcelos”, a las 18:00 horas, Los perros, bajo la dirección de Sandra Félix.
7.6.08
Entrevista a Alberto Villarreal
Antonio Castro ya habitual en Letras Libres entrevista al joven maestro Alberto Villarreal, director de escena, teórico, dramaturgo y traductor que en breve andará por las europas preparando un montaje.
Esta vez, todo hay que decirlo, la entrevista me ha parecido poco profunda, creo que le sacó poco jugo al director artístico de Artillería. Tal vez sea que conozco a Alberto prácticamente desde su primer montaje en La Madriguera, y eso me hace suponer sus respuestas, aunque creo que pudo hablar más y mejor de su trabajo y método de dirección actoral, además de la compañía. En fin, aquí dejo el link y una foto que robé del Hi5 de Edgar Chías.
4.6.08
Cenar con teatro o viceversa
Una muy buena idea que espero vaya más allá de la simple ocurrencia y sea más bien un pretexto para ver un espectáculo, hay motivos para pensar que así será.
¿Se imagina ir al teatro y disfrutar de una obra mientras saborea una buena cena? Esta noche la compañía italiana Teatro delle Ariette presenta Teatro para comer? en el Salón Teatro de Santiago de Compostela. Un espectáculo en que, según su encargado, Claudio Ponzana, se mezclan la cocina y el teatro. Pero sólo 104 serán los espectadores-comensales que podrán disfrutar del espectáculo, 26 en cada una de las cuatro funciones que van a ofrecer. Ellos estarán sentados con los actores en una mesa, "como en un restaurante". Mientras tanto los tres integrantes de la compañía cocinarán, harán de camareros, actuarán y hablarán de su "singular" experiencia como campesinos y actores.
Esta obra de teatro es una de las que se incluyen en la programación del Ciclo 'AcciónST'. Junto al grupo italiano participan cuatro compañías gallegas. Las cinco agrupaciones ofrecen, desde hoy y hasta el próximo sábado día 7 de junio, sus espectáculos en el Salón Teatro de Santiago de Compostela. Las performances no se limitarán sólo al escenario sino que darán a conocer al público distintas localizaciones del edificio.
Conversaciones sobre la vida
También actúan hoy los grupos Nut, con su espectáculo Peep show- que se va a realizar en el guardarropa del recinto- y Teatro D2 con Aquí medran as flores?. En esta última obra, que se va a representar en el balcón y en la cafetería del edificio- los actores hablarán, después de una noche de fiesta, "de las cosas que se le pasan por la cabeza", según ha explicado, Diego Freire, uno de sus miembros.
El próximo viernes y el sábado participarán, además, los artistas Roberto Leal e Iván Marcos. El primero lo hará con su obra De gaivotas e rancheiras, basada en la obra La gaviota de Antón Chéjov. El público verá a una joven y una mujer mayor que discuten sobre sus vidas. El lugar en esta ocasión, la sastrería del edificio. Y también actuará Iván Marcos, con su espectáculo Cámara escura, que se va a desarrollar en los camerinos.
Las localidades para ver Teatro para comer se pueden adquirir a través del teléfono 902 43 4443 y de la página web de Galicia.
Esta obra de teatro es una de las que se incluyen en la programación del Ciclo 'AcciónST'. Junto al grupo italiano participan cuatro compañías gallegas. Las cinco agrupaciones ofrecen, desde hoy y hasta el próximo sábado día 7 de junio, sus espectáculos en el Salón Teatro de Santiago de Compostela. Las performances no se limitarán sólo al escenario sino que darán a conocer al público distintas localizaciones del edificio.
Conversaciones sobre la vida
También actúan hoy los grupos Nut, con su espectáculo Peep show- que se va a realizar en el guardarropa del recinto- y Teatro D2 con Aquí medran as flores?. En esta última obra, que se va a representar en el balcón y en la cafetería del edificio- los actores hablarán, después de una noche de fiesta, "de las cosas que se le pasan por la cabeza", según ha explicado, Diego Freire, uno de sus miembros.
El próximo viernes y el sábado participarán, además, los artistas Roberto Leal e Iván Marcos. El primero lo hará con su obra De gaivotas e rancheiras, basada en la obra La gaviota de Antón Chéjov. El público verá a una joven y una mujer mayor que discuten sobre sus vidas. El lugar en esta ocasión, la sastrería del edificio. Y también actuará Iván Marcos, con su espectáculo Cámara escura, que se va a desarrollar en los camerinos.
Las localidades para ver Teatro para comer se pueden adquirir a través del teléfono 902 43 4443 y de la página web de Galicia.
El País
2.6.08
1.6.08
Carlos Ruiz Zafón es un idiota
Carlos Ruiz Zafón es un idiota profesional.
Su prosa puede gustar más o menos o mucho menos, pero sus opiniones son absolutamente hilarantes, limitadas por decir lo menos. No es lúcido, así que no logra provocar, no crea ese juego macabro de dialéctica típico de los escritores (incluso entre los fanfarrones), más bien parece un resentido, un mediocre elevado a los altares de la industria editorial por la impericia del lector, el buen trabajo de marketing y la siempre envidiable suerte de escribir lo que en una época, en un lugar, un montón de gente quería leer.
Su prosa puede gustar más o menos o mucho menos, pero sus opiniones son absolutamente hilarantes, limitadas por decir lo menos. No es lúcido, así que no logra provocar, no crea ese juego macabro de dialéctica típico de los escritores (incluso entre los fanfarrones), más bien parece un resentido, un mediocre elevado a los altares de la industria editorial por la impericia del lector, el buen trabajo de marketing y la siempre envidiable suerte de escribir lo que en una época, en un lugar, un montón de gente quería leer.
Pero su estupidez apabulla, por encima de todo.
Una joya a continuación y si quieren leer la entrevista completa que no tiene desperdicio aquí.
Los personajes deben definirse a través de sus acciones y sus palabras, no echando un rollo patatero en un párrafo inmenso. Eso es básico en la construcción dramática. Y aquí estamos tan acostumbrados a que esto no se haga... Lo triste es que la narrativa profesional y con decoro esté ahora en las series de televisión.
La crítica es un búnker de los 70 al que la gente ha pasado por encima
Carlos Ruiz Zafón (1964)
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