2.4.10

Temas mejicanos

Apenas un par de veces he visto a Alfonso Cárcamo. Creo que si caminara a mi lado en una calle cualquiera no lo reconocería. Sin embargo, sé que es uno de los creadores teatrales más exigentes de la escena mexicana.
Tenemos varios amigos en común y todos me hablan maravillas de su trabajo, de su visión despierta por un teatro de verdad contemporáneo.
Saber que es un hombre de teatro integral - actúa, dirige, escribe, gestiona, teoriza - me hace pensar que en México se cocina una generación muy interesante de teatristas (como Richard Viqueira, Edén Coronado, Angélica Rogel, Mariana Hartasánchez o Alejandro Ricaño) que están más allá de las etiquetas del mercado cultural y que proponen desde su proceso creativo una actitud personal, suerte de empresa/creador que los distingue. Todologos del escenario, pero con eficacia creativa, como ya sucedió con la escena argentina hace un par de décadas: Rafael Spregelburd la muestra más visible.
En Europa las cosas van al revés, cada vez más especialización, más distancia, menos teatro y más intermediarios. Productores, gestores, distribuidores, directores de relaciones públicas, regidores, diseñadores de luz que no son técnicos, técnicos sólo de audio, actores que hacen sólo un tipo de teatro, bailarines que no quieren actuar, abundantes mercadólogos y vendedores de naderías. En fin, en esta suma de personas se elimina por descontado al dramaturgo pues es prescindible y la poética de la obra está en función del mercado: toda esa gente tiene que cobrar y una obra "muy alternativa" no llenará la salas ni los ojos de los rancios funcionarios culturales.
Felizmente Antonio Castro entrevista al joven Cárcamo en Letras Libres.

Rodolfo Obregón y Rubén Ortiz llegan a la comunidad bloguera teatral. El primero es sin duda el mejor crítico de teatro del país y un teórico consecuente, el segundo es un director de escena más que solvente. Quizá no comparto muchos conceptos con Ortiz, pero sin duda está llamado a ser uno de los renovadores del discurso teatral, desde la pedagogia y en la escena misma, como ya lo hizo magistralmente dirigiendo a Gerardo Trejoluna.
La Isla de Próspero es su blog.


La teatralidad mexicana está, como en muchos países, imbuida de religiosidad. En México la diferencia es que a pesar del fuerte catolicismo imperante la celebración y representación de la muerte Jesús el cristo tiene menos rigor y más sorna, menos folklore y más experiencoa colectiva. Como con la Virgen de Guadalupe, la idea es salir de casa, sentirse penitente un rato, expiar las culpas y después sentarse a ver el futbol con una cerveza bien fría. Esta fotogalería es magistral, los pies de foto no tiene desperdicio.

Este verano estaré en México en dos periodos cortos (junio y septiembre), en especial para presentar mi libro Job y para difundir el taller de Neurodrama: las bases biológicas del rito teatral. Dirigido a gente de teatro, pero sobre todo a educadores de las artes, pedagogos, psicólogos, profesores y también funcionarios culturales. Si a alguien le interesa, escriban a mi dirección de correo: enriqueeolmos@gmail.com

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