Para las mentes ávidas de discusión sobre el quehacer teatral, aquí está íntegra la entrevista al Maestro Otto Minera acerca del Proyecto Xola.
Hacia un nuevo esquema del teatro capitalino
Según los datos del Sistema de Información Cultural del CONACULTA existen 544 teatros en el país. La concentración de espacios está en las más prominentes zonas urbanas y es fácil suponer que la Ciudad de México encabeza la lista con 129 sitios dedicados al acontecer escénico. Sin contar los espacios alternativos (calles, plazas, cafeterías y otros), y las pequeñas salas improvisadas, además de los auditorios o foros de uso múltiple, al teatro de la capital le sobran espacios, creadores y propuestas, sin embargo, le hace falta crear y renovar público.
Del teatro comercial, orientado al montaje de musicales o espectáculos de comedia, generalmente ligados con esquemas televisivos y publicitarios, hasta el teatro de culto, donde las experiencias más destacadas de la vanguardia artística han aparecido en pequeños foros y ante un número reducido de espectadores, el teatro en la Ciudad de México tiene un nuevo proyecto de producción que pone en la mesa de discusión la pertinencia y el papel del Estado en el subsidio del arte escénico y la formación de un espectador avezado en un teatro donde se privilegia la calidad y experiencia de directores como Mauricio García Lozano, Martín Acosta, Jorge Vargas y Luis de Tavira quienes trabajarán con actores de primer nivel, entre otros Blanca Guerra, Alberto Estrella, Arcelia Ramírez, Daniel Martínez, Verónica Merchant, Daniel Giménez Cacho, Angélica Aragón y Fernando Luján.
Bajo el nombre de Proyecto Xola dentro de la compañía Producciones entre nosotros, Otto Minera (director de teatro, traductor y promotor cultural) abre para el público capitalino el teatro Julio Prieto de la colonia Del Valle y actualmente exhibe la obra Tu ternura molotov de Gustavo Ott, dirección de Martín Acosta. Al respecto, el propio maestro Minera pone en perspectiva este nuevo esfuerzo del quehacer teatral.
1. ¿Cuál es la principal cualidad del Proyecto Xola respecto a la amplia oferta teatral en la Ciudad de México (de tipo independiente, subsidiada o de teatro comercial)?
Prefiero referirme a lo que otros han podido ver: “El Proyecto Xola es una iniciativa donde por primera vez un teatro se programa de forma anual; ése es el paso a seguir.” Mauricio García Lozano. “Se producen obras sin articular discursos. El Xola propone un repertorio congruente con la mejor dramaturgia del mundo.” Luis de Tavira. “Suele producirse sin orden, sin criterios artísticos, y en el Xola sí hay un criterio de programación.” Rodolfo Obregón.
2. Parece que la propuesta del proyecto Xola reúne los principales esquemas de producción teatral comercial y un contenido escénico de alta calidad, al tipo del mejor teatro culto mexicano, ¿usted coincide con este argumento?
Según los datos del Sistema de Información Cultural del CONACULTA existen 544 teatros en el país. La concentración de espacios está en las más prominentes zonas urbanas y es fácil suponer que la Ciudad de México encabeza la lista con 129 sitios dedicados al acontecer escénico. Sin contar los espacios alternativos (calles, plazas, cafeterías y otros), y las pequeñas salas improvisadas, además de los auditorios o foros de uso múltiple, al teatro de la capital le sobran espacios, creadores y propuestas, sin embargo, le hace falta crear y renovar público.
Del teatro comercial, orientado al montaje de musicales o espectáculos de comedia, generalmente ligados con esquemas televisivos y publicitarios, hasta el teatro de culto, donde las experiencias más destacadas de la vanguardia artística han aparecido en pequeños foros y ante un número reducido de espectadores, el teatro en la Ciudad de México tiene un nuevo proyecto de producción que pone en la mesa de discusión la pertinencia y el papel del Estado en el subsidio del arte escénico y la formación de un espectador avezado en un teatro donde se privilegia la calidad y experiencia de directores como Mauricio García Lozano, Martín Acosta, Jorge Vargas y Luis de Tavira quienes trabajarán con actores de primer nivel, entre otros Blanca Guerra, Alberto Estrella, Arcelia Ramírez, Daniel Martínez, Verónica Merchant, Daniel Giménez Cacho, Angélica Aragón y Fernando Luján.
Bajo el nombre de Proyecto Xola dentro de la compañía Producciones entre nosotros, Otto Minera (director de teatro, traductor y promotor cultural) abre para el público capitalino el teatro Julio Prieto de la colonia Del Valle y actualmente exhibe la obra Tu ternura molotov de Gustavo Ott, dirección de Martín Acosta. Al respecto, el propio maestro Minera pone en perspectiva este nuevo esfuerzo del quehacer teatral.
1. ¿Cuál es la principal cualidad del Proyecto Xola respecto a la amplia oferta teatral en la Ciudad de México (de tipo independiente, subsidiada o de teatro comercial)?
Prefiero referirme a lo que otros han podido ver: “El Proyecto Xola es una iniciativa donde por primera vez un teatro se programa de forma anual; ése es el paso a seguir.” Mauricio García Lozano. “Se producen obras sin articular discursos. El Xola propone un repertorio congruente con la mejor dramaturgia del mundo.” Luis de Tavira. “Suele producirse sin orden, sin criterios artísticos, y en el Xola sí hay un criterio de programación.” Rodolfo Obregón.
2. Parece que la propuesta del proyecto Xola reúne los principales esquemas de producción teatral comercial y un contenido escénico de alta calidad, al tipo del mejor teatro culto mexicano, ¿usted coincide con este argumento?
No sé que se quiera decir con “esquemas de producción comercial”. Nuestros esquemas de producción buscan deliberadamente conseguir los mejores resultados artísticos. Invitamos en la medida de nuestras posibilidades a trabajar a los mejores cuadros artísticos del teatro mexicano. Nos importa apelar al oficio teatral de actores, directores, diseñadores, productores, técnicos, promotores, y demás. Esperamos que la calidad artística de nuestras producciones satisfaga las exigencias de los espectadores -que nunca se merecen menos, ni nosotros quisiéramos alcanzar metas artísticas más cortas que las más altas cotas del arte dramático y el arte teatral; en la medida en que lo logremos, el público llenará la sala y tendremos en el buen sentido un éxito comercial, o, de público, o llamémoslo así: profesional.
3. ¿De dónde provienen principalmente los recursos para los montajes y qué importancia juega el público con boleto o abono pagado?
15 enamorados del teatro pusimos una suma modesta para empezar a producir el teatro que queríamos hacer y/o ver y disfrutar. Ahora todo depende de que lo que hagamos encuentre eco en los habitantes de la ciudad. Creemos estar ofreciendo una alternativa interesante. Presentamos obras que, por ejemplo, seguramente no iban a llegar a nuestra ciudad. Obras que representan, a nuestro juicio, parte de lo mejor de la escritura dramática contemporánea internacional. Todo lo cual es un placer que no queríamos perdernos y queríamos compartir. Para poder seguir con ello. Por eso nuestra empresa se llama Producciones Entre Nosotros. Este teatro, sin subsidios, sin ser parte de la industria del espectáculo, sólo puede sostenerse entre-todos-nosotros amantes del teatro. Por eso los abonos son importantes. La gente, si encuentra en nuestras producciones un teatro valioso, apoya comprando un abono -no regala, no dona un centavo- y permite una planeación artística al menos a mediano plazo.
4. En un número aproximado, respecto a la temporada actual, ¿cuál es la inversión promedio por montaje?
La inversión directa en la producción de cada obra, lo que se conoce como gastos antes de levantar el telón, y que va de la adquisición de los derechos de autor a la última peluca o los últimos zapatos, es de aproximadamente $250 mil pesos.
5. ¿Cómo se define la programación del Proyecto Xola?
Criterios que se ven sujetos a limitaciones económicas, materiales. Tan fácil como que no podemos hacer una obra con 25 o 30 actores porque no podríamos pagar una nómina así con nuestros recursos, ni la taquilla de un teatro normal a precios normales puede pagar una nómina así.
6. Se ha señalado que el Proyecto Xola tiene una predilección por textos extranjeros, no se ve algún tipo de dramaturgia nacional en las propuestas ¿A qué se debe y qué opinión le merece este señalamiento?
Tiene una predilección por los textos en que cuajan de manera satisfactoria retos literarios y, desde luego, específicamente dramáticos. El Xola tiene 502 butacas, no 60. Tomamos textos que no juegan su principal apuesta por el lado de la experimentación formal. No hacemos teatro de búsqueda, hacemos teatro que encontró su vida teatral en el presente, éste, para la gente de hoy, cuyas vidas, es claro, están transcurriendo en este instante presente. No hacemos teatro del futuro. Ni del pasado, dicho sea de paso. No hacemos teatro para públicos especializados, iniciados. No es nuestra primera preocupación trabajar para intelectuales, artistas o académicos. La temporada 2007-2008 del Proyecto Xola incluirá una obra nacional.
7. En su opinión, este esquema entre teatro comercial o comercializado con un producto estético definido y ambicioso que precisa de actores y directores destacados ¿puede ser el futuro de un teatro mexicano donde el Estado no será el único en financiarlo?
Un teatro no es mejor porque sea un fracaso económico porque nadie quiere verlo. Ni, claro, y en términos estrictos, es buen teatro porque lo quieran ver miles de personas. Pero, a mi entender, un esfuerzo artístico será teatral en la medida en que logre entretener, deleitar, asombrar, dar placer, a los espectadores. Si no lo logra, no es teatro. Es otra cosa, aunque salga al mundo con la etiqueta de teatro. Porque teatro es eso, el establecimiento efectivo de una comunicación artística satisfactoria entre unos creadores y unos espectadores. Un artista teatral puede y debe sobrellevar una dimensión intelectual en su vida, pero a la hora de la hora saldrá a relucir si tiene entre sus haberes oficio teatral. Y si no lo tiene, será un intelectual teatral o un vago teatral, pero no una gente de teatro capaz de encender la chispa de la comunión artística entre el escenario y la platea. Si la sala está repleta de gente satisfecha, estimulada intelectualmente, espiritualmente, habremos hecho teatro. Y la gente querrá regresar. Y estaremos construyendo la profesión teatral en nuestro país, que por ahora no existe. Es decir, la gente de teatro tendremos trabajo en el terreno de nuestra vocación, y podremos dedicarle a ella nuestras mejores horas, y seremos mejores. En fin, más nos vale que el Estado no sea nuestra única fuente de financiamiento, si es que de verdad queremos transformar para bien el completo estancamiento teatral que padece el país.
3. ¿De dónde provienen principalmente los recursos para los montajes y qué importancia juega el público con boleto o abono pagado?
15 enamorados del teatro pusimos una suma modesta para empezar a producir el teatro que queríamos hacer y/o ver y disfrutar. Ahora todo depende de que lo que hagamos encuentre eco en los habitantes de la ciudad. Creemos estar ofreciendo una alternativa interesante. Presentamos obras que, por ejemplo, seguramente no iban a llegar a nuestra ciudad. Obras que representan, a nuestro juicio, parte de lo mejor de la escritura dramática contemporánea internacional. Todo lo cual es un placer que no queríamos perdernos y queríamos compartir. Para poder seguir con ello. Por eso nuestra empresa se llama Producciones Entre Nosotros. Este teatro, sin subsidios, sin ser parte de la industria del espectáculo, sólo puede sostenerse entre-todos-nosotros amantes del teatro. Por eso los abonos son importantes. La gente, si encuentra en nuestras producciones un teatro valioso, apoya comprando un abono -no regala, no dona un centavo- y permite una planeación artística al menos a mediano plazo.
4. En un número aproximado, respecto a la temporada actual, ¿cuál es la inversión promedio por montaje?
La inversión directa en la producción de cada obra, lo que se conoce como gastos antes de levantar el telón, y que va de la adquisición de los derechos de autor a la última peluca o los últimos zapatos, es de aproximadamente $250 mil pesos.
5. ¿Cómo se define la programación del Proyecto Xola?
Criterios que se ven sujetos a limitaciones económicas, materiales. Tan fácil como que no podemos hacer una obra con 25 o 30 actores porque no podríamos pagar una nómina así con nuestros recursos, ni la taquilla de un teatro normal a precios normales puede pagar una nómina así.
6. Se ha señalado que el Proyecto Xola tiene una predilección por textos extranjeros, no se ve algún tipo de dramaturgia nacional en las propuestas ¿A qué se debe y qué opinión le merece este señalamiento?
Tiene una predilección por los textos en que cuajan de manera satisfactoria retos literarios y, desde luego, específicamente dramáticos. El Xola tiene 502 butacas, no 60. Tomamos textos que no juegan su principal apuesta por el lado de la experimentación formal. No hacemos teatro de búsqueda, hacemos teatro que encontró su vida teatral en el presente, éste, para la gente de hoy, cuyas vidas, es claro, están transcurriendo en este instante presente. No hacemos teatro del futuro. Ni del pasado, dicho sea de paso. No hacemos teatro para públicos especializados, iniciados. No es nuestra primera preocupación trabajar para intelectuales, artistas o académicos. La temporada 2007-2008 del Proyecto Xola incluirá una obra nacional.
7. En su opinión, este esquema entre teatro comercial o comercializado con un producto estético definido y ambicioso que precisa de actores y directores destacados ¿puede ser el futuro de un teatro mexicano donde el Estado no será el único en financiarlo?
Un teatro no es mejor porque sea un fracaso económico porque nadie quiere verlo. Ni, claro, y en términos estrictos, es buen teatro porque lo quieran ver miles de personas. Pero, a mi entender, un esfuerzo artístico será teatral en la medida en que logre entretener, deleitar, asombrar, dar placer, a los espectadores. Si no lo logra, no es teatro. Es otra cosa, aunque salga al mundo con la etiqueta de teatro. Porque teatro es eso, el establecimiento efectivo de una comunicación artística satisfactoria entre unos creadores y unos espectadores. Un artista teatral puede y debe sobrellevar una dimensión intelectual en su vida, pero a la hora de la hora saldrá a relucir si tiene entre sus haberes oficio teatral. Y si no lo tiene, será un intelectual teatral o un vago teatral, pero no una gente de teatro capaz de encender la chispa de la comunión artística entre el escenario y la platea. Si la sala está repleta de gente satisfecha, estimulada intelectualmente, espiritualmente, habremos hecho teatro. Y la gente querrá regresar. Y estaremos construyendo la profesión teatral en nuestro país, que por ahora no existe. Es decir, la gente de teatro tendremos trabajo en el terreno de nuestra vocación, y podremos dedicarle a ella nuestras mejores horas, y seremos mejores. En fin, más nos vale que el Estado no sea nuestra única fuente de financiamiento, si es que de verdad queremos transformar para bien el completo estancamiento teatral que padece el país.
Entrevista para grupo Multimedios, Milenio diario y Milenio semanal
www.milenio.com
5 comentarios:
Leí la entrevista. Buena onda verla en tu ¿nuevo? blog.
Dicen que el Xola tiene poca gente, es una lástima, poro hay que seguir haciendo ruido... ¿no?
Bien, ya te escribiré un mail, saludos desde Mexico city.
Entrevista
“Mentí para comer”
Jorge Zamogilny recuerda cómo llegó a México y las dificultades para hacerse camino en el futbol. Hoy es campeón con Puebla.
25-Diciembre-06
Hace cinco años Jorge Zamogilny, argentino de nacimiento, emprendió el viaje hacia México con la ilusión de convertirse en un futbolista profesional en nuestro país. Desafortunadamente, su representante de ese entonces, lo engañó. Le dijo que jugaría en el cuadro titular del León, y que de ahí su futuro sería prometedor, pero sólo fueron castillos en el aire: tres meses a prueba y el jugoso contrato nunca llegó.
“Lamentablemente, el futbol mexicano se maneja por representantes, por amiguismos. Cuando vine acá, la gente que me trajo a México me dejó sin club; según, hace cinco años, venía a León firmado, pero cuando llegué me di cuenta que todo era mentira”, reveló el jugador, hoy campeón del Apertura 2006 de la Primera División A.
Cuando llegó a México, Jorge tenía sólo 20 años; mas nunca quiso regresar derrotado a Argentina, ni con su sueño truncado. Esa terquedad y tenacidad, que él mismo asegura tener, le dieron fortaleza. El argentino luchó por sus ideales y ahora ve cumplidos esos sueños que acumuló por varios años, aunque le debió mentirle a su familia para concretarlos.
“Desde que pisé por primera vez México, no he vuelto a Argentina. No podía llegar con las manos vacías, y sin mis ideales cumplidos. Cuando salí de mi país, dije que iba al futbol profesional de México, y lo tengo que cumplir. De hecho, le he mentido a toda mi familia; llevo más de cinco años diciéndole que me va muy bien y sin sufrimiento, que estoy a punto de debutar en lo profesional”.
Jorge Zamogilny jugó en la Segunda División un par de años; después, estuvo tres más inactivo, ya que no encontraba equipo, aunque se probó en varios. Entonces, meditó el retiro. Se vio en la necesidad de trabajar como mesero, empleo que consiguió con mentiras.
“Tenía que vivir de algo; me ayudaron mis ahorros de cuando jugaba en Segunda División en Argentina, en un equipo que pertenece al Nacional, pero recuerdo bien que entré a trabajar en un café restaurante. Fui mesero y también cocinero; dije que era un gran cocinero, de hecho. Con eso que soy argentino, imaginaron que hacía buenas carnes, pero desafortunadamente no duré mucho, notaron que no tenía talento en la cocina, pero mentí para poder comer”.
Cuando sentía que todo era oscuro, y ya queriendo declinar, apareció una mujer, una mexicana que le ayudo a salir adelante. Juntos pusieron un taller de serigrafía y luego encontró trabajo en un colegio de Querétaro dando clases de futbol a un equipo femenil.
Después se dedico al futbol amateur y así llegó con los Camoteros del Puebla. Curiosamente el equipo llanero con el que jugaba se enfrentó en un amistoso a los Camoteros. Ahí, fue detectado e invitado a una prueba.
Zamogilny no calificó y el Puebla contrató a otro extranjero, pero éste último gozó del visto bueno del entrenador, por lo que Jorge tuvo su oportunidad: “Soy un hombre con suerte. Después de dar clases, me metí a jugar en el futbol amateur. Ahí me pagaban por partido, gracias a ello encontré gente muy buena, como la de Puebla”.
El héroe en los penaltis
Jorge Ruso Zamogilny tiene 26 años y fue el jugador que anotó el séptimo, y último penalti del Puebla, en la Final ante Petroleros de Salamanca, el domingo 17, en el estadio Olímpico Sección 24 de esa localidad. “Es una emoción muy grande haberme encontrado con esto, es algo para mí que no tiene precio, después de los años de infierno que he sufrido”, comentó el argentino al recordar los últimos cinco años en México, durante los cuales ha vivido prácticamente de todo, sobre todo días de hambre.
Dato
Jugando en el sector amateur en Puebla, el mediocampista argentino llegó a cobrar 30 mil pesos al mes.
Eunice Ríos. Ciudad de México
Qué pedo con Eunice Ríos y su coment...
Chido todo.
Graie.
No sé, lo cierto es que "Jorge Ruso Zamogilny" es un tipo muy grosso, bizarro y hasta baldosero www.enunabaldosa.com que cayó en México para jugar en el ascenso. Entiendo que Eunice sabe que me apasiona la vida de los jugadores fracasados.
Perdón pero este jugador zamoginly no es para nada un jugador fracasado, tenia 4 años que no jugaba profesionalmente y aqui en el puebla fc se le dio una oportunidad y respondio excelentemente, convirtiendo un penal en la final que nos dio un campeonato y luego siendo pieza fundamental durante todo el torneo hasta lograr el ascenso. Hoy en la primera division, de las 6 fechas que se llevan jugadas, en 5 ha sido nombrado tanto por los comentaristas de TV azteca como de Televisa como el mejor jugador del partido asi que si van a hablar del 'Ruso' por favor veanlo jugar antes de opinar.
Saludos amigos y arriba el Puebla de la Franja!
Publicar un comentario